SELECCIÓN ECUATORIANA: LOS 26 ELEGIDOS POR ALFARO

Hace un par de años, en Octubre de 2020, empezaba el camino para esta selección que buscaba darle alegrías a todo un país. El contexto era poco adecuado: un cambio inesperado de entrenador por la salida de Jordi Cruyff, una pandemia de por medio, recambio generacional casi obligatorio.

Y como no hablar de aquellas miradas hacia el pasado próximo de Gustavo Quinteros que consiguió lo que parecía imposible: no clasificarse aun teniendo 12 puntos de 12 posibles, que aún hacían eco en el fanático ecuatoriano cuando el arranque de la nueva selección era impresionante.

A partir de aquí, Gustavo Alfaro armaría su base, con ciertos retoques en el camino, pues iba experimentando y aprendiendo de lo que tenía sobre la marcha. Gran parte de esa base futbolística, y del grupo que quería formar como familia, hoy es parte de los 26 finales, después del largo camino que recorrieron para llegar hasta acá. Una selección que sorprendió al continente, y que ahora busca sorprender al mundo.

Antes de entrar al análisis línea por línea, es importante explicar cómo juega Gustavo Alfaro, para comprender mejor que nombres llevó, y el por qué los llevó. La selección de Alfaro se caracterizó por tener un bloque defensivo sólido, con dos centrales rápidos con capacidad de reacción, pero con un gran físico para imponerse en los duelos. Asimismo, laterales rápidos que jueguen a perfil natural, es decir, si es derecho va por derecha, y si es izquierdo va por izquierda. La verticalidad como premisa inicial de juego.

Los mediocampistas siempre tuvieron un físico importante, pero también mucha inteligencia para distribuir la pelota. El ideal de Gustavo Alfaro es una media cancha con mucha contención que entienda como y cuando lanzar la pelota, sin lujos innecesarios y sin conducciones intrascendentes. Esto no quiere decir que no hagan lujos, o que no conduzcan, simplemente que lo hagan en los momentos adecuados, cuando sea necesario.

Por eso destaca tanto Moisés Caicedo, porque en esa dinámica, la fuerza física destaca, pero su inteligencia, tanto para quitar como para lanzar, lo hacen brillar, y por eso es que Alfaro le da tantas libertades con pelota: entiende que él sabe cómo y cuándo actuar. Además, es capaz de limpiar jugadas con una gran rapidez mental, juego rápido y directo.

En el ideal, los extremos siempre tuvieron como base la velocidad y el desequilibrio. Algunos con mayor gambeta que otros, como Gonzalo Plata, que deslumbró a propios y extraños en muchos momentos de la eliminatoria con este estilo como base. Siempre acompañado de un lateral que pase a sus espaldas, para liberar o distraer. Hoy la izquierda parece solventada con Romario Ibarra, pero en un momento fue una de las mayores incógnitas, y como solución buscó distintas alternativas, la que más le agradó y repitió fue el desequilibrio, aunque probó con jugadores con mayor juego interior, no terminaron de convencer, pues no reaparecieron. La misma dinámica en ambas bandas, la explosividad como premisa.

Los enganches muy pocas veces fueron opción para Gustavo Alfaro. En su ideal, se jugaba con 4-3-3 con tres interiores o con 4-4-2 con dos delanteros. Y, desde las características, el delantero debía tener capacidad de desmarque, movilidad, y explosividad. Esto porque en muchos momentos de partido, el escenario para Alfaro serán metros por recorrer, pelotas al espacio, lanzamientos largos desde el fondo y que alguien pivotee, y en esa dinámica, necesita velocidad y capacidad de gestión desde la individualidad en los de arriba.

Asimismo, ese es el escenario que imagina Alfaro para Ecuador en el mundial: un equipo con un repliegue importante y orden en bloque bajo, con salida rápida con extremos y balones largos a los delanteros, más o menos como el plan visitante de Alfaro en eliminatorias. Esto debe ayudar a entender el porqué de algunos nombres que explicaremos en siguientes líneas.

Ahora, el análisis línea por línea de los nombres escogidos por Gustavo Alfaro, desde un ámbito netamente futbolístico:

Desde los porteros no había mayores dudas. El presente de Hernán Galíndez lo pone por delante en la carrera por el puesto como titular en ese primer partido contra Qatar, y probablemente en el resto de la Copa del Mundo. Campeón nacional con Aucas como figura en ambas finales y un año que arrancó desde atrás por su paso en Chile, pero consiguió remontar con su regreso a Ecuador.

Alexander Domínguez tuvo una cantidad importante de partidos como titular en eliminatorias, y cumplió en varios, especialmente en aquel partido contra Colombia, pero realmente fueron más los errores que los aciertos. Hoy, su presente tampoco es positivo en Liga de Quito porque continúa teniendo errores que, a su edad, son poco entendibles. Aquellos errores también se daban en su antiguo club, Deportes Tolima de Colombia. A pesar de eso, es nuestro portero con mayor experiencia e influencia en el grupo.

Finalmente, Moisés Ramírez es parte de la nueva selección. Su presente avala su presencia: campeón de Copa Sudamericana, campeón de Copa Ecuador, con características distintas pero con capacidad suficiente para estar. Aun así, parte desde atrás en la carrera por la titularidad. Será el tercer portero, en búsqueda de afianzarse de cara a la siguiente eliminatoria.

En la línea defensiva Ecuador tuvo una baja importante: Byron Castillo, finalmente, no estará en el Mundial. A eso se suma que, naturalmente, no tiene un reemplazante en está nómina. Alfaro convocó solo a tres laterales de oficio: Ángelo Preciado, Pervis Estupiñán, y Diego Palacios. La banda izquierda está en un momento bastante dulce por el presente de ambos jugadores, pero la banda derecha tiene problemas serios.

Ángelo Preciado, que parte como titular indiscutible al ser el único lateral por derecha, viene jugando como extremo por derecha en el Genk de Bélgica, o como lateral por izquierda en ciertos momentos de partido en que se necesitó. Hoy no tiene el mismo oficio de marca que tuvo, por ejemplo, en aquel partido contra Colombia en Barranquilla, y el ida y vuelta podría costarle por el mismo motivo. Sumado a que, esos partidos como extremo, no fueron del todo positivos y las sensaciones que dejó fueron de incertidumbre.

Al ser una ausencia inesperada para Gustavo Alfaro, Byron Castillo no tendría un reemplazante natural en este momento, y entraría la posibilidad de utilizar a Arreaga o Arboleda como laterales por derecha, reconociendo que ambos jugaron ya en selección por esa zona. En el plan de partido defensivo, podrían llegar a ser útiles, pero Ecuador perdería mucha sorpresa por banda derecha, y terminaría dejando siempre en inferioridad a Gonzalo Plata en ofensiva.

En este caso puntual, era preferible convocar a un lateral de oficio con distintas características a Ángelo Preciado para tener una alternativa. Por el contrario, Alfaro decidió utilizar centrales en caso de que Ángelo tuviera inconvenientes. Es bastante distinto jugar 15 minutos sobre el final de un partido con un central como lateral, que hacerlo 90 minutos, en caso de alguna lesión o suspensión para Preciado. Parece una apuesta arriesgada, que era evitable para el entrenador, a pesar de que el momento de otros nombres no es el mejor, estaba Pedro Pablo Perlaza como alguna alternativa natural. El momento de los demás estaba bastante lejos con Hurtado borrado por lesiones en Brasil.

La lista la completan seis centrales, lo cual también parece excesivo. A pesar de eso, la mayoría tiene un presente positivo: Piero Hincapié destacando en Alemania a pesar de un flojo rendimiento colectivo del Leverkusen, Félix Torres imponente con selección por arriba, William Pacho destacando en Bélgica como titular, Porozo con más errores que los anteriores, pero con titularidades constantes en Francia, Xavier Arreaga que no termina de convencer por su presente en Seattle Sounders, y Robert Arboleda que en selección siempre fue imponente pero viene con una clara falta de ritmo por lesión.

Este bloque fue uno de los más sólidos de Ecuador durante la eliminatoria, y a pesar de la baja de Byron Castillo, el rendimiento no debería mermar demasiado por la calidad de Torres e Hincapié como dupla de centrales para reponer errores. En el estilo de juego de Ecuador, son fundamentales, y no solo defensivamente, pues son los primeros que activan con balones largos a los delanteros o con conducciones para liberar espacios. A pesar de eso, hay que entender que Ecuador hoy no tiene otro Byron Castillo por características, y será un problema a solucionar durante el torneo.

Al pasar al bloque medio no nos encontramos con demasiadas sorpresas. En este equipo es fundamental la dupla Carlos Gruezo – Moisés Caicedo, pilares en la selección por su rendimiento y por la química alcanzada entre ambos. Moisés de mucha más proyección, un box to box inteligente que busca siempre romper líneas pero que tiene un retroceso impecable. A mi gusto, nuestro mejor jugador. Acompañado siempre de un Carlos Gruezo que no desentona, su trabajo es silencioso pero siempre está.

Estos son los inamovibles, pero en los últimos partidos Alfaro sumó un interior más para dar mayor dinámica a la mitad, o algo más de contención, dependiendo de lo que el partido requiera. Para eso, tiene dos perfiles: José Cifuentes como distribuidor de juego ofensivo y conductor, o Alan Franco como jugador táctico para ocupar espacios y taponar falencias del lateral. No sería una sorpresa que Ecuador arranque jugando con 3 en el medio por los últimos amistosos, además, el presente de Cifuentes es magnífico: viene de ser campeón y tiene ofertas de otros países ´porque su nivel fue altísimo, pilar de LAFC. Alan también sumó muchos minutos en Talleres y ha sido utilizado constantemente en selección como comodín.

Por último, Jhegson Méndez completa la línea de mediocampistas. Un jugador físico pero de buen pie, lanzador por excelencia y con capacidad para inmiscuirse en la generación de juego, es reemplazante natural de Carlos Gruezo, aunque maneja mejor la pelota y tiene más alcance ofensivo. Carlos es mucho más posicional. Méndez no gozó de tantos minutos está temporada en Orlando City por los rumores de su salida, que se terminaría dando al llegar al campeón de MLS, LAFC. Saldría campeón pero con un rol mucho más alternante, a pesar de eso tuvo algún momento importante, pero no fue protagonista como en Orlando antes de esa Copa América increíble.

En esta zona, parece no haberse quedado ningún nombre importante fuera: están los mejores, y los que conoce Alfaro, y que, por ende, encajan en su sistema.

En los extremos Gustavo Alfaro encontró algo de variables para distintos tipos de partidos, pero parten como opcionados titulares Gonzalo Plata, de gran momento con selección y siempre desequilibrante, y Romario Ibarra. Ambos, del gusto principal de Gustavo Alfaro: verticales, explosivos, con una gran capacidad de aceleración y velocidad de punta. A ellos se suma Jeremy Sarmiento, un jugador picante y con técnica exquisita, pero que ha tenido muy poco ritmo a lo largo de la temporada, para el grupo es importante, pero, ¿lo merecía?

Jeremy demostró en selección que cada minuto que tuvo se lo ganó. Su gambeta y capacidad para cambiar el ritmo fueron sus principales cartas, aparte de su visión que generó peligro en tramos de mucha rigidez contraria. Los minutos que tienen en su actual club, sumado a una serie de lesiones que tuvo a lo largo de la temporada, podían ser problemas de cara a la convocatoria. Alfaro lo consideró necesario como una alternativa de juego, pues al contrario de sus compañeros de posición, entiende mejor como interiorizarse y combinar, los otros extremos son muy verticales. En la comparativa de los que no están, podría pelear con Alexander Alvarado o Junior Sornoza para dar una alternativa distinta de juego, su presente podía avalar su presencia.

Es un caso similar el de Ayrton Preciado, un jugador que en el último semestre jugó muy pocos minutos para llegar a una cita mundialista. Para Alfaro, su presencia es importante por su porte físico y los apoyos constantes al lateral, que en Copa América fueron vitales, sin contar que fue aporte en gol también. Me parece poco justificable, aun así, su presencia. Su momento no da para convocatoria y en ambos ámbitos queda por detrás de sus competidores: Jeremy Sarmiento y Romario Ibarra. En este caso puntual, no creo que llegue a tener demasiados minutos al ser, en teoría, tercer extremo izquierdo.

Como extremo figura también Ángel Mena, que parte desde la derecha pero realmente es el jugador más cercano al enganche de los convocados. Y entra por esa alternativa: su posibilidad de interiorizarse y filtrar pelotas de forma constante. Fue titular en varios partidos de la primera ronda de clasificación, con goles importantes y rendimientos altos, pero fue de a poco opacado por la verticalidad de Plata, más útil en el sistema Alfaro. A pesar de eso, su convocatoria es justificada desde lo futbolístico y desde lo que representa para la selección: uno de los más experimentados jugadores hoy por nómina con un presente regular. Tuvo su pico más alto ya, pero aún queda calidad para ser un recambio interesante.

En esta línea fueron discutidos los antes nombrados Junior Sornoza y Alexander Alvarado, ambos con presentes importantes en sus respectivos clubes. Junior con un doblete conseguido para Independiente del Valle, con él como una de sus figuras, y Alvarado siendo figura siempre en una Liga de Quito a la que no le sobraban ideas.

En el caso Sornoza, se puede argumentar que existieron factores que podrían afectar al grupo y son reales, para Alfaro es un tema importante. Su presente ameritaba más una convocatoria que el de Ayrton Preciado, a pesar de que sus características son polos opuestos, Sornoza es un jugador que puede brindar una variante de juego real para explotar espacios mediante su pase profundo, es algo que hoy, en nómina, Ecuador no tiene. Y eso puede terminar pesando bastante durante la Copa del Mundo.

Lo de Alexander Alvarado no parece tan escandaloso porque su club no compitió cosas importantes está temporada, pero es debatible por su momento. Personalmente considero que parte en desventaja con casi todos los nombres hoy en lista, salvo Ayrton, que creo debía ser suplantado por Junior Sornoza, no por Alvarado. Para Alfaro tampoco era una necesidad tener un jugador con gambeta extra, pues ya tiene a Jeremy Sarmiento para cumplir esa labor.

En los delanteros hay mayores sorpresas de las esperadas, pero arranquemos desde lo conocido: Enner Valencia y Michael Estrada. Como dupla, dieron resultados en esos primeros partidos donde Ecuador era un tren y encontraba goles hasta de casualidad. Con el pasar de los partidos, la precisión de cara al arco empezó a escasear y cada vez fueron más cuestionados. A pesar de ello, para Alfaro, son los titulares, y ciertamente ninguno de los que después apareció consiguió destacar lo suficiente para sacarlos del puesto.

Por esa zona pasaron: Jordy Caicedo, Djorkaeff Reasco, y Leonardo Campana. Todos tuvieron oportunidades como titulares, ya sea en amistosos, Copa América, o eliminatorias. Ninguno de los tres fue letal, solo Jordy Caicedo consiguió marcar y fue desde el punto penal. Ahora, ¿qué tanto aportaron al juego desde sus características?

Jordy Caicedo es un jugador muy potente, físicamente envidiable, pero el control de la pelota le termina jugando una mala pasada. Desde su tiempo en Bulgaria, donde se encontraba con el gol fácilmente, tenía este problema. No pudo solucionarlo, tampoco era muy veloz y no tenía gambeta para lo que el juego de Alfaro requiere. Tras un mal semestre en Tigres, donde tuvo muy pocos minutos y tampoco fueron aprovechados, terminó saliendo de las posibilidades y hoy casi ni se lo discute. A mi parecer, tampoco iba a sumar demasiado.

Djorkaeff Reasco es, en características, un delantero con mayor retroceso, capaz de buscar la pelota metros atrás para construir y terminar cerrando jugadas dentro del área como sorpresa. Desde ese punto, es una característica que Gustavo Alfaro no tenía en plantilla. Luego, también es cierto que su momento hoy por hoy no es ideal, y que el gol no fue su aliado. Cuando tuvo su oportunidad en selección pasó desapercibido, sin mayor utilidad para el equipo en general, un primer tiempo en el que a Ecuador le costó mucho generar porque no había quien receptara las pelotas largas, su estatura es un problema al jugar en solitario.

Entonces, ¿por qué lo lleva Alfaro? Para complementar plantilla con distintas características, al menos en esta posición. Es algo que no tiene y cree puede ser útil. Justo por su realidad futbolística no parece, pero puede existir algún argumento para su inserción al equipo. Físicamente le costará competir contra los rivales del grupo, y los escenarios en los que participaría parecen pocos.

Leonardo Campana debe ser una de las ausencias más discutidas. Principalmente por su estadística: después de Enner Valencia, es el delantero ecuatoriano que milita en el extranjero con mayor cantidad de goles en su club. Eso es una verdad inobjetable. Pero no se puede dejar el debate solo en estadísticas, porque el futbol es mucho más que eso. ¿Qué tanto puede aportar Leonardo Campana, desde sus características, al juego de la selección?

Campana es un jugador letal dentro del área. Su olfato goleador es bastante bueno, al menos así lo fue en sus últimos partidos en MLS. Su técnica de pies también es un plus importante para su estilo de juego. La cuestión radica en que tan importante puede ser fuera del´ área, pues para Ecuador, ese es el escenario que plantea el entrenador de cara a los primeros 3 partidos, y si avanzamos, seguro los siguientes también.

En esa dinámica, a Leonardo le cuesta un poco más, por ejemplo: su juego aéreo para disputar pelotas no es el mejor, de hecho, es una de sus principales falencias, su capacidad de recorrido con pelota en conducción no es un plus y pierde las carreras con los rivales, su capacidad de gambeta es corta también, y eso creo lo termina dejando fuera.

¿Lo considero justo? No. Principalmente porque el presente de Djorkaeff no es diferencial y tampoco es físicamente una bomba, pero entiendo, y trato de llevarles a ustedes, el porqué de su ausencia. Es tan simple como entender a Gustavo Alfaro y su estilo de juego: lo que busca. Aun así, no se puede prescindir del gol que tenía Leonardo en este momento, pues es uno de nuestros problemas a solucionar, la cuestión es que Ecuador no suele tener a los rivales contra su área mucho tiempo y en esa dinámica parecía menos útil que varios de los demás.

La gran sorpresa de esta convocatoria, contra la mayoría de pronósticos, es la aparición de Kevin Rodríguez, jugador de Imbabura SC, de Serie B ecuatoriana. Como se ha explicado en líneas anteriores, entender su convocatoria es entender a Alfaro. La potencia que tiene ‘La Rola’ es envidiable. Un jugador que tácticamente demostró cualidades interesantes, que tiene capacidad de presión alta, y que entiende cómo manejar su cuerpo para no quedar en desventaja, a pesar de no parecer fuerte.

Su velocidad también es un plus, tiene capacidad de gambeta, y en sus primeros 20 minutos con selección demostró una gran personalidad, pues no le costó el juego, y tuvo un par de apariciones importantes, de hecho, el arranca la jugada en la que Gonzalo Plata consigue el penal que después erraría, sacando a dos jugadores del medio. Es decir, hay condiciones especiales en él para que termine ganando el pulso contra jugadores de mayor nombre, en mejores clubes y en ligas más competitivas. Para Gustavo Alfaro, es el prototipo ideal, y eso es una realidad demostrada en lo que ha llevado y lo que ha preferido en la mayoría de partidos.

Después, hablar de los méritos para llegar hasta acá es complicado. Porque es poco comparable la competencia que tiene en MLS el delantero Campana, con la competencia que tiene Rodríguez en Serie B ecuatoriana. Realmente, es el único por el que podría cuestionarse la convocatoria, porque como se explicó antes Jordy Caicedo perdió la carrera hace bastante, y Djorkaeff termina entrando sin merecerlo demasiado por sus características.

También se podrá decir de Rodríguez que no fue goleador en Serie B, lo que es cierto, pero no es un argumento válido considerando que él no jugó de finalizador de las jugadas, sino más bien de un acompañante de juego, cumpliendo función de desmarque, de imprimir velocidad, de acompañar jugadas, de dar sorpresa mediante gambeta, entre otras cosas.

El tiempo dirá si el gusto personal de Alfaro bastó para competir como él quería, o si hizo falta algún otro nombre, lo real y palpable, es que si bien hay jugadores cuestionables o debatibles en ciertas líneas, hay razones futbolísticas para encontrar respuestas, alejadas de los conceptos mal llevados de ‘Trinca’, y otras razones extra futbolísticas que están siendo implantadas en el aficionado.

Diego Briones

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