CARLOS MINA: DE LOS JUEGOS OLÍMPICOS A LA CÁRCEL

Carlos Mina fue uno de los deportistas ecuatorianos más destacados en los Juegos Olímpicos de Río 2016, sin embargo, no estuvo presente en Tokio 2020 y eso ha generado muchas interrogantes alrededor de su actualidad. Desde D’Rabona hemos tratado de recopilar la mayor información posible acerca del caso del boxeador.
Para comenzar, ¿quién es Carlos Mina? Nació en Guayaquil, residió en esa ciudad hasta los seis años, luego emigró a San Lorenzo y dos años después a Quito, donde competía por Pichincha. Su madres, María Rosa Mina Caicedo, oriunda de San Lorenzo, no contó con la ayuda del padre de Carlos, quien no lo reconoció. Para vivir, María ha trabajado vendiendo cocadas, comida o lavando ropa. Carlos es el cuarto de nueve hijos.
Jeanthes Space es el nombre artístico de Carlos Mina, quien como púgil ganó la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos y, además, participó en la categoría de peso semipesado en la disciplina de boxeo en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.
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Mina, sin duda, tenía la proyección para situarse dentro de los mejores del boxeo mundial. Era parte del proceso de alto rendimiento que se lleva a cabo en el país; tenía roce internacional, al conseguir varios logros importantes y hasta ya supo vivir lo que es una experiencia olímpica en 2016.
Pero para él todo cambió de rumbo, desde lo deportivo hasta la vida misma, en cuestión de nada y de la forma más inesperada, tras ser acusado de diferentes delitos. Carlos Mina, en 2017, es invitado a entrenar en el gimnasio de Floyd Mayweather y con todo lo que esto significa, viaja a Estados Unidos. Una vez allá es tentado con una oferta, sin embargo, no acepta y regresa a Ecuador. Cuando está en el país recibe una notificación a través de correo, donde se le indica que tiene una denuncia en su contra por delito de asalto sexual, violación y acoso.
En su afán por defenderse decide ir a probar su inocencia a Estados Unidos, pensando que allá sería escuchado, pero en lugar de ello es detenido de forma inmediata y sin oportunidad de rendir una declaración en primera instancia. Luego, en el juicio, por falta de pruebas contundentes en su contra no recibe una condena. Pero el problema es que, mientras el proceso continúa, él sigue privado de libertad esperando una audiencia desde el año 2019.
Para conocer un poco más sobre lo sucedido, nos pusimos en contacto con su hermana, Débora Mina, quien contó lo que está a su alcance. “La primera vez que estaba preso nosotros -la familia- no supimos nada. Su compañero de celda era mexicano con quien formó una gran relación. Hasta el momento él y su esposa han sabido darle la ayuda necesaria que nosotros no podemos desde acá. Carlos nunca tuvo alguien que lo asesore bien“.
Además, la hermana de Mina hizo hincapié en el abandono de las autoridades para con el caso. Mencionó que Andrea Sotomayor, ex Secretaria del Deporte, trató de intervenir, incluso viajó a verlo, pero los resultados no fueron los esperados por la familia. Ya en la actualidad, mencionan que han buscado ponerse en contacto con Sebastián Palacios, actual Ministro del Deporte, pero no han tenido recepción alguna de parte de los nuevos mandatarios.
“Para ellos -Ministerio del Deporte- solo existe el deportista que les da medallas en el momento. A ellos no les importa si al deportista mañana le pasa algo, no les interesa.”
Débora Mina, hermana de Carlos.
El proceso lleva dos años y el entorno familiar de Mina desconoce de grandes detalles, están a la espera y, según nos cuentan, no pueden hacer mucho desde Ecuador. Desde lo sucedido, ellos saben cosas de Carlos simplemente por personas que viajan a Estados Unidos y lo pueden visitar. El abogado del caso solo se contacta con ellos cada cierto tiempo y sin brindarles mayores novedades.
Diálogo con Andrea Sotomayor
D’Rabona logró ponerse en contacto con Andrea Sotomayor para conocer su versión y es que es bajo su administración que termina sucediendo todo lo acontecido en el caso Mina.

• Ante este tipo de situaciones excepcionales como es el caso de Carlos, ¿el Ministerio del Deporte tiene la obligación de intervenir o es algo ajeno al ente deportivo nacional?
– Para tratar este tema, es necesario contextualizar. A Carlos, el gobierno de los Estados Unidos lo está juzgando por el presunto cometimiento de un delito común. En este sentido, el Gobierno Nacional no puede intervenir en dicho proceso, defendiendo a Carlos del delito que se lo acusa. Sin embargo, el estado estuvo pendiente de que a Carlos no se le menoscaben sus derechos de orden humano. Por ello, la oficina diplomática ecuatoriana estuvo cerca de él haciéndole visitas para constatar su estado de salud, sus condiciones en el centro carcelario y el seguimiento del estado del proceso que se lleva en su contra.
• Específicamente, ¿cuál fue el proceder de la Secretaría del Deporte bajo su administración en la situación de Carlos Mina? ¿Estuvieron pendientes? ¿Pudieron intervenir en representación del estado ecuatoriano?
– Siendo una situación extradeportiva, sino una cuestión de índole personal de Carlos, el estado no podía intervenir en el proceso como tal. Yo acudí en visita oficial a Las Vegas, para constatar la situación de Carlos y contactarme con el defensor público asignado al caso. Tomé contacto con la oficina diplomática que estaba al tanto, y con la Comunidad de ecuatorianos en Nevada, quienes estaban haciendo seguimiento del caso. Hasta ese momento Carlos estaba a punto de ser llevado a audiencia, pero por cuestiones del tribunal correspondiente la misma se ha venido suspendiendo.
• El entorno familiar de Carlos Mina ha denunciado públicamente el abandono de las autoridades para con él. ¿Esto es cierto? La hermana de Carlos, además, mencionó que usted pudo ir a Estados Unidos, pero que eso no cambió en nada la situación. ¿En qué consistió el objetivo de esa visita a Carlos Mina?
– La visita a Carlos fue para constatar su estado, hablar con la oficina diplomática, con los defensores y con Carlos para decirle que el estado, en la medida de sus posibilidades legales, estaba pendiente del caso.

Ahora, entendiendo que Sotomayor no es más parte de la máxima entidad del deporte ecuatoriano y sabiendo que intervinieron, como ella mismo lo cuenta, lo oportuno en este momento es que las nuevas autoridades del Ministerio del Deporte, encabezadas por Sebastián Palacios, también presten la debida atención a la situación de Mina.
En las últimas horas circuló información con respecto al caso. El colega Sebastián Carrillo colgó en su cuenta de Twitter lo siguiente: “Fiscal de Nevada ofreció negociación al boxeador ecuatoriano Carlos Mina, detenido sin sentencia en Las Vegas desde 2019. El deportista mantendría su inocencia, pero saldría de prisión acusado de delitos graves. Mina acaba de aceptar la propuesta. Esta decisión le permitirá salir de prisión en los próximos meses y lo protege de perder el juicio y enfrentar una cadena perpetua. Carlos Mina pronto podrá estar en casa, pero esto tendrá impacto en su carrera deportiva y habilidades de viajar internacionalmente”.
Una noticia importante que la pudimos constatar directamente con el entorno familiar de Mina, quienes, si bien confirmaron la información, también manifestaron que no tienen mayores detalles al respecto.
Esta es la historia de Carlos Mina, uno de los boxeadores con mayor proyección en el Ecuador y que, en condiciones normales, debería estar entrenando y hasta incluso, muy probablemente, lo hubiéramos visto en Tokio. Pero la vida tuvo otros planes para él, por eso y, en especial, por tratarse de un compatriota que cree firmemente en su derecho de inocencia -tras dos años en prisión, no han podido encontrarlo culpable- es que la intervención de las autoridades nacionales es importante y sumamente necesario.
El Ecuador, en todo los sentidos, desde el Estado, autoridades deportivas, medios de comunicación y la ciudadanía en general, tiene la obligación de no abandonar a Carlos Mina. No por ser deportista, tampoco porque dejó la bandera del país en lo más alto en innumerables ocasiones, sino más bien por su condición de ser humano, su familia y todos quienes conocen del caso y creen en su inocencia. Y, por ello, el mismo Mina es que se puso a disposición de la justicia americana. Claro, todo esto sin saber que terminaría tras las rejas por más de dos años sin que puedan demostrar su culpabilidad. Hacemos un llamado para que, desde la posición en que nos competa, podamos actuar en beneficio del proceso.

Autores: Yomari Mena y Petronio Valdivieso.